La endodoncia persigue la conservación de la pulpa dental, donde residen los nervios del diente y sus vasos sanguíneos. Para conseguirlo, nuestro tratamiento esta encaminado a un doble objetivo:
1- Obtener la reparación de los tejidos enfermos.
2- Estimular las funciones dentinogénica, osteogénica y cementogéinca.
Inflamación pulpar
La integridad de los tejidos pulpar y periapical se favorece con la preseveración de los tejidos dentales duros (esmalte y dentina) y el priodonto (cemento, encía y huevo alveolar), respectivamente, que se comportan como auténticas barreras biomecánicas. Estas barreras defensivas pueden alterarse ante múltiples factores externos, como caries dental, traumatismos dentales, abrasiones cervicales, desgastes oclusales, maniobras iatrogénicas en cirugía dental o bien defectos de adhesión o adaptación de los materiales de restauración, que facilitarán la afectación microbiana del tejido conectivo pulpar a parir de gérmenes procedentes de la cavidad oral, a través de los conducto dentinarios. Dichos gérmenes pueden ser responsables de la instauración de un cuadro inflamatorio pulpar, el cual, si no es tratado de forma adecuada, evoluciona hacia una necrosis.
El tejido pulpar reacciona ante diversos irritantes externos desencadenando un proceso inflamatorio. En función de la intensidad y duración de los irritantes y de la resistencia del huésped, la patología pulpar puede variar desde una inflamación temporal (pulpitis reversible) hasta una inflamación grave y progresiva (pulpitis irreversible), que evolucionará hacia la necrosis. La existencia de síntomas no es lo más habitual en ninguno de los dos casos.
Pulpitis reversible
Se produce como consecuencia de caries poco profundas, exposición de túbulos dentinarios, procedimientos de cirugía dental, tallados protésicos, poco agresivos o bien procesos destructivos dentales no cariógenos. Suele ser asintomática. Si existen síntomas, son provocados por la aplicación de estímulos térmicos, aire, azúcar, roce. Aunque pueden provocar dolor intenso, éste es de muy escasa duración.
Pulpitis irreversible
Por lo general es consecuencia de una pulpitis reversible no tratada. Muchas veces transcurre de forma asintomática o con síntomas muy leves. En ocasiones pueden aparecer episodios dolorosos de difícil localización por una exacerbación del cuadro inflamatorio y dificultad de drenaje del exudado. Si existe una comunicación de la cámara pulpar con la cavidad bucal, un cuadro inflamatorio muy grave puede permanecer asintomático, pues aquélla permite la evacuación del exudado. El dolor puede ser provocado y de larga duración o espontáneo. Es desencadenado por la aplicación de calor y, a veces, de frío. Cuando el calor incrementa el dolor y el frío lo calma, podemos sospechar un predominio de fenómenos purulentos sobre los serosos; en estos casos, es frecuente que se haya iniciado la necrosis en las zonas coronales de la pulpa. Una forma clínica de pulpitis irreversible es el pólipo pulpar. Se puede observar en individuos jóvenes, especialmente en los primeros molares, debido a la existencia de una amplia comunicación con la cavidad bucal que favorece el drenaje, una gran vasculación y una intensa capacidad proliferativa del tejido conectivo pulpar inflamado de forma crónica. Por lo general el paciente no notará los síntomas.